Escudo del Cantón Huamboya

el símbolo que representa la grandeza, el desarrollo y la pujanza de sus habitantes, en tal virtud podemos observar en la parte superior una franja en la que se describe "DIOS, PAZ, UNIDAD, Y TRABAJO", estamos demostrando simbólicamente el reconocimiento a nuestro ser supremo por habernos regalado esta tierra benigna que lo complementamos con la unidad y el trabajo que garantiza el desarrollo y la hospitalidad de su gente.

En la parte interior se identifica el volcán Sangay testigo fiel de todos los anhelos, promesas y compromisos de sus habitantes, al igual que constituye un guardián celoso de su entorno natural y vigilante fiel de su flora y fauna; el Sangay es un ser viviente que embellece y engalana la frescura y pureza de su selva acompañando con sus estruendos y fumarolas que de vez tras vez trata de ahuyentar al enemigo que pretende alterar la belleza de su paisaje.

En la parte intermedia del escudo tenemos el tricolor nacional  que atraviesa de izquierda a derecha, demostrando que es la única bandera que nos cobija a todos los ecuatorianos.

En la parte inferior izquierda se observa una antorcha que significa la sabiduría y la luz que ilumina el camino en búsqueda de mejores días , además tememos un libro abierto en la que se encuentra descrito el saber, la ciencia y la tecnología que enseña a todos los estudiosos, en la parte derecha del escudo tenemos todo el potencial agrícola y ganadero que es el esfuerzo y sacrificio de propios y extraños, y concluyendo en la parte inferior con una franja que es la identidad de nuestro noble y heroico CANTÓN HUAMBOYA.

Bandera del Cantón Huamboya

Es un símbolo que representa a todos los rincones de la geografía huamboyense al flamear su tricolor en los planteles educativos, instituciones públicas y privadas y en los días festivos de todas y cada una de las comunidades que componen la jurisdicción Cantonal y por ello es menester resaltar cada uno de sus símbolos y colores.

EL AZUL: Nos representa la bóveda celeste del cielo limpio y claro que nos cobija, al igual que los atractivos y turísticos ríos y lagunas que embellecen el paisaje de nuestro territorio.

EL AMARILLO: Nos representa la riqueza de nuestras tierras fértiles y productivas y el sol radiante que nos acompaña todos los días en un nuevo amanecer al igual que sus últimos reflejos en el ocaso fiel testigo de una sacrificada y larga jornada del día: también nos representa la riqueza minera existente que es el fruto de nuestro desarrollo.

EL VERDE: Lo que Dios nos ha regalado que no lo quite el hombre, es una de las mejores virtudes y ofrendas que nuestro ser supremo podía habernos hecho dignos de una tierra prometida, por lo tanto el verde representa a la inmensa sabana que cobija la selva de árboles, arbustos, hierbas y matorrales y la infinidad de orquídeas que adorna el jardín como también la gran variedad de aves que amenizan con sus trinos al iniciar el nuevo día como al despedir la jornada del día: pero también representa el trabajo de los nativos y colonos que nos sentimos orgullosos al ver germinar una nueva semilla  y cobijar de verde nuestros campos que en posterior nos darán frutos para el sustento de los seres vivos que habitamos.

Himno a Huamboya

Letra: Prof. Pedro Vásquez
Música: Sr. Rafael Carpió Abad

CORO

Nuestros pechos con férvida gloria
te saludan Huamboya inmortal,
noble antorcha encendida en la historia
de esta hidálgica tierra oriental.

ESTROFAS

Cuál titanes que emprenden el vuelo,
a buscar en el cielo un blasón
descubrieron tus hijos el suelo
que es tu cielo soberbio cantón.
Rebosantes de acento sonoro,
para verte surgir con honor
con valor hoy cantamos en coro
Benjamín del glorioso Ecuador.
El Palora y el Tuna Chiguaza,
el Sangay, orgulloso pendón,
son tres bardos sin lengua ni raza
que te aclaman mil veces cantón.
Cuna fértil, tierra prometida,
que Israel ha querido tener,
perla hermosa que al ser bendecida
nuestro Dios nos la quiso ofrecer.
Y forjemos unidos Huamboya,
con justicia y trabajo tenaz,
el fulgor de una espléndida Troya,
que no olvide el gitano jamás.
Que retumbe hasta el cielo este canto,
levantemos unidos la voz,
salve, salve reliquia y encanto,
salve Oh nuestra morada de Dios.